Por estos días estamos estudiando Roma y su expansión, me pareció oportuno dejarles una síntesis sobre el destino que tuvo este vasto imperio...
Como podemos observar, Roma había logrado conquistar extensos territorios. El ascenso de Augusto al poder abrió una nueva etapa de la historia romana: el Imperio. En este período Roma alcanzó su máximo esplendor, extendiendo su cultura, sus ideas políticas y su estilo de vida por ese inmenso territorio.
En el siglo III comenzará una severa crisis que terminará por derrumbar a este gigante. La inestabilidad política, la amplia extensión territorial y las dificultades económicas no hicieron más que acelerar este proceso.
Debido a las peleas internas y a los ataques de pueblos vecinos dentro de las fronteras, se hacía difícil que el Emperador pudiera ejercer su autoridad. Como consecuencia, en cada provincia surgieron poderes locales, casi independientes al poder central y que contaban con el apoyo de las aristocracias de cada lugar y los generales de las legiones. Para hacer frente a estas dificultades, los emperadores contrataban mercenarios, soldados que combatían a cambio de dinero o protección imperial. Estos soldados, a menudo eran llamados "bárbaros", porque provenían del extranjero con sus propios armamentos y sus tácticas militares.
A la inestabilidad política se agregaban problemas económicos muy graves, debido a los altos costos de la administración de las provincias, los gastos de la corte imperial y la defensa de la frontera. La crisis económica generó un aumento en los impuestos y frecuentes levantamientos de los campesinos.
Además, tenemos que sumar a estos factores, los movimientos migratorios de pueblos bárbaros hacia el interior del imperio, que cada vez se hicieron más frecuentes.
Las causas de estos movimientos bárbaros no son muy claras, algunos historiadores consideran que se debieron a una serie de cambios climáticos que hubo en Asia, provocando el desplazamiento de las poblaciones del Asia central hacia Europa, y la llegada de estos inmigrantes asiáticos obligó a los germanos, que vivían junto a las fronteras romanas, a ingresar en el imperio. Muchos de estos pueblos aprovecharon la debilidad de los ejércitos imperiales, inmersos en constantes disputas internas, para instalarse pacíficamente con el título de "aliados".
Sin embargo, otros pueblos ingresaron de forma violenta, saqueando cuanto encontraran a su paso. Dicha situación generaba una mezcla de desprecio y temor por los germanos, resultando entre ellos una relación conflictiva.
No obstante, es admirable la capacidad que tuvo el Imperio Romano para mantener unidas a regiones tan diversas y distantes. Para el historiador Luis Alberto Romero, la "telaraña romana" - como él mismo define a este imperio - empezó a romperse cuando a esta red urbana, sostenida por una minoría de la población, quisieron incorporarse tres grupos numerosos que quedaban excluidos de ella: los esclavos, los campesinos y quienes vivían fuera de las fronteras del imperio.
Bibliografía: “Historia 1. Desde los primeros hombres hasta el mundo feudal”. Bs. As., Puerto de Palos, 2012. Págs. 173-190